Comúnmente se acepta que aroma es sinónimo de olor. Pero los científicos de los alimentos usan este concepto para referirse a la sensación olfativa que se experimenta cuando un alimento está en la boca. Así pues, las moléculas volátiles no sólo se registran directamente a través de la nariz (olor), sino indirectamente por vía retronasal (aroma). En el campo de la ciencia alimentaria únicamente tienen aroma los alimentos que ingerimos.